Sunday, September 13, 2015

Educación Colombiana: Una Óptica Afrocolombiana


Educación Colombiana: Una Óptica Afrocolombiana



  Yeison Arcadio Meneses Copete                                                                                   

Resumen

El presente artículo aborda el tema de la educación colombiana desde una óptica histórica-afrocolombiana y enfatiza en la situación de la educación afrocolombiana en relación con su entorno y su cultura. En primer lugar, se da una mirada al sistema educativo colombiano desde el colonialismo, la colonialidad del poder[1], capitalismo y el eurocentrismo con relación al tema de la diversidad etnico-cultural y la educación. En segundo lugar, se presenta la situación del sistema educativo colombiano y su incidencia en la  educación  afrocolombiana con relación a la cultura propia y el etnodesarrollo. Finalmente, se propone la etnoeducación, la etnoeducación afrocolombiana y la cátedra de estudios afrocolombianas como una forma de descolonizar la mente, de construir desde, en, con y para la diferencia de manera real para la construcción de la nación, maravillosamente diversa, colombiana.

Educación Colombiana: Una Óptica Afrocolombiana

Introducción

“quinientos años después de que llego el genovés
América latina sufre en su diario acontecer
Desde palos de Moguer y aun no sana la herida
Cada pueblo americano lucha por una salida.
Quinientos años después, del arribo de Colon
América en su confusión hoy vive en un laberinto
Perdimos identidad hoy solo somos latinos
No somos negros (africanos), ni blancos (Europeos)                                                                    ni tampoco somos indios (aborígenes)”
Hansel Camacho: Canción 500 años después

El proceso histórico de la colonización europea ha dado origen a lo que somos hoy. Sin duda alguna, es una muestra más de cómo el presente es producto de un pasado; el cual para efectos de la construcción de un mundo mejor, pensado desde la pluralidad del ser, es totalmente necesario revisar. Es decir, la comunidad afrocolombiana no concibe los procesos de construcción, reconstrucción o el nuevo pacto social colombiano sin dar una mirada al pasado y sus impactos en el presente.

En todo evento donde se pretende instaurar la relación dominante-dominado, se hace necesaria la elaboración de un  lenguaje y diferentes sistemas de dominación. “el colono y el colonizado se conocen desde hace tiempo. Y en realidad, tiene razón el colono cuando dice conocerlos. Es el colono el que he hecho y sigue haciendo el colonizado” (Fanon, 2007, pág., 31). Entonces, entendiendo el sistema educativo como pilar de desarrollo y vital en la construcción de sociedad, este va a ser una de las herramientas principales para crear una nueva persona. Esa persona que aceptara la esclavización y otras formas de explotación como un “mandato divino”. El sistema educativo se convierte en un medio para difundir las categorías violentas, racistas, deshumanizantes, esclavistas, homogenizante y expropiadoras de la cultura y la filosofía propia; pensadas desde la “civilización europea”; porque aunque se da una “independencia”, el sistema que termina imperando hasta nuestros días es el europeo.

El europeo en ejercicio de su “supremacía blanca” impone su ideología, su sistema político, económico, social, lingüístico y religioso, ignorando y reduciendo la cosmovisión aborigen y afrocolombiana. Es la explicación del porque nuestro idioma oficial es el castellano, la religión oficial es el catolicismo, somos un país “democrático”, y un sistema educativo que se especializa en la visión europea.

Finalmente, la comunidad afrocolombiana entiende que hay que generar mecanismos sistemáticos formales y prácticos para la descolonización colombiana. Se hace necesario emprender y establecer mecanismos que contribuyan al autoencuentro étnico-cultural y de igual manera la convivencia interétnica. Se propone la etnoeducación afrocolombiana y la cátedra de estudios afrocolombianos para la reducción de las barreras mentales que no permiten la ratificación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, de la diversidad etnico-cultural de Colombia.

 EDUCACIÓN COLOMBIANA: UNA ÓPTICA AFROCOLOMBIANA

Población Afrocolombiana: Colonización, Capitalismo y Educación.

Para entender de buena manera el sistema educativo colombiano con relación a las comunidades étnicas y en especial la situación de la comunidad afrocolombiana, se hace sine qua non dar una mirada histórica al tema de la colonización americana dada por los europeos y la imposición de nuevos sistemas en el ámbito político, social y cultural; los cuales van a dar lugar al sistema que impera en la actualidad.

Los efectos de la colonización en relación a la identidad y la cultura de los pueblos aborígenes y afros totalmente negativos. Pero no solo va a afectar a estas poblaciones; la población criolla también va a sufrir de un trauma a su identidad, en el sentido que por los efectos de subalternización va a aceptar su condición inferior y aspirar ser igual al europeo. Esto explica porque en la actualidad tenemos mestizos reclamado ser blancos, afros y aborígenes reclamando ser mestizos o blancos. Porque el patrón establecido era que entre menos melanina y menos de aborigen tuvieras más civilizado y aceptado eras.

“en el contexto histórico de la conquista y la colonización surgió un imaginario racial de acuerdo con el cual se crearon nuevas categorías de identidad que fueron de importancia vital para el nuevo patrón de poder moderno colonial. Se crearon categorías globales como indio, que agrupo singularmente una gran variedad…también se creó la noción negro, que conjugo una inmensa pluralidad de identidades de origen africano…así se produjeron el discurso racial y la cultura racista moderna, que articulan jerarquías de color  ( o pigmentación) con valorizaciones desiguales de cultura, civilización, religión, geografía e idioma”. (Almario, Arboleda, Arévalo, Arocha, Botero, Camargo,  et al. (2007, Pág. 134).

Así como se imponen categorías de identidad, el sistema colonizador-esclavista va a imponer todo un sistema articulado para sostener su ideología como la dominante y para crear un nuevo ser aborigen y afro; para lo cual era necesario violentar la cultura, desde la concepción amplia, del que se iba a establecer como subalterno, esclavo, inferior, pecador, incivilizado, tribal o dominado. El nuevo ser que aceptara su condición dada por el colonizador y que sostuviera, sobre todo, la economía colonialista. Entre tantas ideologías impuestas la concepción católica. Porque para el europeo la concepción de la PACHAMAMA no podía ser válida. ¿Y porqué tenía o tiene que ser válida la concepción cristiana y no la de los ancestros? ¿Por qué el animismo no es la religión oficial colombiana? ¿Por qué hoy se les dice a niños que los europeos trajeron civilización a América? ¿Es que los mayas, los aztecas no eran civilizados? ¿Por qué se sostiene que Europa quien descubre a América? ¿Por qué la música y la danza afro es folklore y la europea es arte, es cultura? ¿Por qué se denominan a los afros y aborígenes como etnias y tribus?

El sistema educativo que se plantea tenía que cumplir con unos lineamientos. Establecer en la mentalidad del dominado la concepción europea y despojarlo de la propia hasta convertirles en esclavos mentales y físicos al servicio del capitalismo del entonces para el sostenimiento de su poder hegemónico. Lo que algunos llamarían cristianizar. En un principio, este derecho fue negado a la persona africana. Simplemente no podía acceder, porque entre otras cosas, no era considerado un sujeto y menos de derecho. Es importante decir que este sistema no se acaba con la abolición de la esclavización en 1852. En la actualidad, aunque hay un avance en lo legal; las comunidades afrocolombianas siguen en una realidad muy similar a las de la época de la esclavización. La realidad de las comunidades afros en el ámbito educativo, las condiciones materiales e inmateriales tienen un origen histórico que merece la reparación por parte del Estado.

El Estado colombiano aún mantiene a la población afrocolombiana marginalizada y condenada a la ignorancia. Para el caso de la costa pacífica, las condiciones son notoriamente inferiores y desiguales con respecto a la demás población del país. Como diría Mosquera (2007, pág, 46) “por indiferencia o concientemente, como política oficial en todo el proceso del desarrollo histórico nacional, el Estado colombiano ha mantenido a las comunidades afros en la oscuridad de la ignorancia”.

Según el informe de marzo de 2006, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD y el Departamento Nacional de Planeación –DNP-, presentaron al país el estudio titulado: “los municipios colombianos hacia las metas de desarrollo del milenio”, donde las situación de los municipios afrocolombianos en todo el país, en especial en las regiones Atlantica y Pacífica fue calificada en los siguientes términos: perdedora, dramática, grave.

En relación a lo educativo, “la población afrocolombiana tiene la tasa más alta de analfabetismo del país (18.6%). En el departamento del Chocó esta el municipio con la tasa de analfabetismo más alta del país, El Medio Baudó, con 66%. La población afrocolombiana tiene la menor tasa de asistencia de personas entre los 7 y 25 anos a centros educativos, promedio en el país, 52.4%. la región pacífica tiene el nival más bajo de educación promedio del país, 3.9%”. (Mosquera, 2007. Pág., 56)  y frente a esto ¿que posición toma el estado?

“Gran parte de la educación afrocolombiana en las comunidades afrocolombianas sigue administrada y controlada por la iglesia católica misionera, bajo la llamada “educación contratada”, forma jurídica que adoptó desde 1975, el antiguo “convenio de tierras misioneras” que regía desde 1886”. (Mosquera. 2007, Pág. 4)

El avance existente, se podría llamar un avance lingüístico pero en la realidad avanza el proceso de cristianización que se imponía a las personas esclavizadas; ya que “el modelo educativo misionero tiene como ideal enseñar a leer, escribir y contar rezando. La educación se concibió como medio auxiliar de la evangelización…el modelo no ha sido liberador, estableció un sistema de escuelas normales formadoras de maestros cuya misión ha sido educar personas para ganarse el cielo y no personas para ganarse el pan de cada día, en condiciones de ejercicio de sus derechos Humanos y de vida con dignidad e identidad”. (Mosquera. Pág, 4). La concepción que se mantiene es que la persona afro tiene que hacer un esfuerzo por alcanzar la gloria en el cielo, porque la de la tierra es imposible. Es la gloria del mundo cristiano-católico. Por supuesto que, bajo esta concepción es casi imposible desarrollar identidad étnica en las personas afrocolombianas. Indudablemente, se mantiene  la lógica de solo levantar la frente cuando se le va a pedir algo a Dios. Se prepara al sujeto para la sumisión, la esclavización y la negación de sí. Entonces, en relación a la pertinencia, la educación que se imparte en las comunidades afrocolombianas es descontextualizada y además no goza de instalaciones dignas para el desarrollo de procesos de enseñanza y aprendizaje.

Este sistema de ninguna manera va ser efectivo para las comunidades afros porque simplemente fue un hecho de “inclusión”. Los incluimos, vengan a nuestras escuelas, colegios y universidades, pero las condiciones fueron iguales porque no consideraron la cosmogonía de las comunidades. Nos invitaron a la fiesta, pero no a gozar; nos invitaron como cocineros y meseros. Por esta razón, “la educación en las comunidades no corresponde a la exigencia de luchar contra el atraso histórico, ni estimula y promueve el progreso económico, social, cultural y político partiendo de las propias potencialidades y capacidades comunitarias. Es un modelo al margen de la realidad, que impone pautas de comportamiento y valores culturales y sociales considerados “civilizados” en oposición a los creados y desarrollados por las comunidades en su batalla por sobrevivir, y que secularmente han sido juzgados como “incivilizados” (Mosquera. 2007, pág. 48).

Afro-Reparación en el Sistema Educativo


La historia comúnmente escuchada en las escuelas, colegios y aún en universidades, relata que los Afrocolombianos o Afroamericanos somos descendientes de “negros esclavos traídos de África”. Esta es la gran mentira que se ha vendido por décadas; desde una óptica racista, discriminatoria y reduccionista de la persona Afro.

En primer lugar, en África no existía ni existía el negro. Los africanos fueron esclavizados. Fueron sometidos al trabajo forzado con cadenas, grilletes, azotes, látigos, mutilaciones,… y un sinnúmero de actos que deberían avergonzar a los Europeos y cualquier persona que guarde en su mente pensamientos racistas. Entonces una persona que tiene que ser sometido a este tipo de actos ignominiosos no puede llamársele esclavo, la palabra más adecuada es esclavizado, porque fue un sometimiento, no una decisión propia.

Las personas que fueron trasladadas de manera forzada a América eran expertos en la agricultura, la ganadería, la minería, y muchos de ellos ocupaban cargos distinguidos al interior de sus comunidades (reyes, reinas, sacerdotes, guerreros). Los europeos conocían la sabiduría de la persona africana.

Si bien es necesario que el educador aborde el tema de la esclavización en sus clases, es de gran importancia que lo haga con la objetividad del caso y sin caer en el error de ridiculizar o violentar al niño afrocolombiano que escucha su clase. Fácilmente, se puede convertir esta clase en un agente promotor de racismo, estereotipos y discriminación y afectar sicológicamente en gran manera al niño afro.

De igual manera, la historia del afrocolombiano y afroamericano no inicia con la esclavización. El educador de hoy y en especial lo del las áreas de sociales y humanidades deben asumir un gran compromiso en la investigación frente a las comunidades africanas antes de la colonización europea. El tema de la esclavización es tan importante el tema de África precolonial. ¿Qué tanto se imparte sobre el África precolonial?

Es vital para el estudiante afro y el no afro conocer la “cara” menos conocida de la comunidad afro. La historia de las civilizaciones africanas donde se da origen a la humanidad, la civilización, la filosofía[2], al pensamiento y a la espiritualidad.

Las primeras civilizaciones humanas se dieron en África. Imperios como el de Ghana, el antiguo KMT (Egipto), Etiopia, hoy la más empobrecida, pero cuna de la filosofía, (sais, mizrain, kimit, Egipto, etc.) Ta-merry, zimbabue (el sur radesia), kart (Cartago o nuevo pueblo) Itiopi (cush o Etiopía, “Abisinia”, etc.), Merowe (meroe),  puanit (punt áreas del Kenia, Somalia y Tanzania de hoy), Monomotapa (la “unión del África del sur de hoy), Zairo o Congo (Congo), Ghana, Melle (Mallí), Benin, Edoh, Et al (los Imperios Africanos Mayores del Oeste).

Las comunidades afros vienes reclamando en el sector educativo como parte de las afrorreparaciones[3], la implementación de la etnoeducación y la cátedra de estudios afrocolombianos, como una de las formas estructurales de ratificar el país plurietnico y multicultural que es Colombia desde los niveles básico hasta los superiores. Esto va a permitir desarrollar, en términos reales, la identidad étnico-cultural, identidad nacional, la interculturalidad, la convivencia pacífica, ciudadanía y paz.

Las universidades deben ser un escenario más abierto a la diversidad etnocultural del país. El P.E.I, los currículos, los programas, las políticas de extensión, bienestar universitario y eventualidades deben dar cabida a afrocolombianidad. El estudiante afro universitario debe encontrar garantías para ingresar, formarse étnica y académicamente y graduarse para la trasformación positiva de las realidades de su comunidad e interactuar en el contexto mundial con una conciencia clara de sí.
La Etnoeducación Afrocolombiana: Descolonización y Construcción de Nación
La Ley General de Educación en su Titulo III Capitulo 3 Educación para grupos étnicos, define la etnoeducación:”Se entiende por educación para grupos étnicos lo que se ofrece a grupos o comunidades que integran la nacionalidad y que poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones, unos fueros propios y autóctonos”.

La etnoeducación como tal se considera como un proceso social que permite interactuar los cambios y explorar en el campo social y su entorno cultural, las habilidades, destrezas, saberes y vivencias de los pueblos (indígenas, afrocolombianos, raizales, rom).

Desde lo formal y legal se presenta la etnoeducación como educación para grupos étnicos  aborígenes, afrocolombianos raizales y rom. Sin embargo, esto plantea un problema estructural; de un lado no plantea la etnoeducación y cu importancia para la sociedad colombiana, sino algo exclusivo de las comunidades étnicas. De otro lado, ¿son solo estos los grupos étnicos? ¿Y el resto de la población del país que es? ¿No son estas formas lingüísticas de mantener la relación dominante-donimado? Estos son interrogantes que el sistema educativo y los docentes tienen que plantearse en nuestro país.

 

Varios autores han conceptualizado frente a la etnoeducación afrocolombiana. Los diferentes conceptos van desde la visión planteada en el marco de nación, para toda la nacionalidad colombiana hasta las conceptualizaciones pensadas para los propósitos específicos en las comunidades étnicas. Indudablemente debe haber una diferenciación curricular, metodológica y practica, entre la etnoeducación en un contexto de las comunidades afros y en los contextos donde la comunidad afro resulta ser una “minoría”. Se considera que los procesos en términos de estrategias y objetivos educativos deben ser diferenciados por el desarrollo histórico y el contexto medio ambiental y cultural de las comunidades afros.

 

En relación a la etnoeducación afrocolombiana, presentamos un primer concepto desde una mirada desde el contexto nacional. “La etnoeducación afrocolombiana es el enaltecimiento y desarrollo de los valores históricos, culturales, etnológicos, sociales y políticos; del extraordinario aporte de los pueblos africanos y afrocolombiano en la construcción y desarrollo de la nacionalidad y de todas las esferas de nuestra sociedad colombiana. La incorporación de la afrocolombianidad en el sistema educativo debe ser y asumirse como el reconocimiento, autoestima, y legitimación nacional del protagonismo, identidad y creatividad de la persona y el pueblo afrocolombiano, legitimándolos en la conciencia personal a través de los planes de estudio, la Cátedra Afrocolombiana, y las política curriculares, oficiales y privadas.” (Mosquera. Pág, 128-9)

 

El Estado colombiano a través del sistema educativo han negado a la población afrocolombiana y colombiana en general el derecho a conocer su ancestría africana y su legado histórico. El sistema educativo que impera actualmente desconoce la responsabilidad, aunque forzada en un principio, asumida por la población afro en la construcción de lo que hoy es Colombia y América.  Lo cual lo convierte en un reproductor y promotor de conductas racistas, eurocéntricas y sostener el imaginario reduccionista, negativo y equivocado de la comunidad afro. Promueve en el estudiantado la ignorancia etno-cultural colombiana, bajo autoestima, y racismo. Es decir, ata al estudiante al etnocentrismo europeo y no lo libera para apreciar la diversidad de cosmovisiones que interactúan en nuestro país. Como diría “Si las escuelas enfatizan la aceptación y enseñan sobre la historia y las contribuciones de todos los grupos étnicos, entonces las actitudes pueden cambiar” (Armstrong, 1991, p.170).

 

La etnoeducación afrocolombiana debe llevar al sujeto a la autoafirmación o auto-reconocimiento. “es un paso fundamental para el reconocimiento y el encuentro con el otro. Un otro que se identifica como diferente pero que la propia autoafirmación permite respetar en su diferencia. La autoafirmación es sin lugar a dudas la base del respeto”. (Mejía y Award. 2007, Pág. 136)

 

Además de lo anterior se concibe la etnoeducación y la etnoeducación afrocolombiana como un proceso de descolonización mental para la construcción de ciudadanía e identidad. Una herramienta que libera de las barreras mentales como lo son el racismo, la marginalización, la segregación, la exclusión, la xenofobia, entre otros que obstaculizan la relación horizontal, respetuosa, racional y lógica con la diferencia etnocultural y que construye nación, esa nación dende la diversidad etnocultural se concibe en lo formal y lo real como una fortaleza. De esta manera lo plantea el Movimiento Social Afrocolombiano, como lo sustenta el Profesos Daniel Garcés (2009) “Desde la visión del marco político, sociocultural, el movimiento social afrocolombiano considera que la etnoeducación afrocolombiana es entendida como el proceso de socialización y formación que direcciona el etnodesarrollo del pueblo afrocolombiano, con fundamento en su cultura, reconociendo a la persona y a la colectividad como sujeto de afirmación y cambio en interacciones con otras culturas. Concepción asociada a la visión dinámica de la cultura y a su relación dialéctica interna en su proceso de construcción” (Garcés, 2009, pág. 9).

 

Para Manuel Zapata Olivella “La etnoeducación entendida en el contexto colombiano, en el contexto americano etc, debe ser una educación para la emancipación cultural, social y política del africano en contraste con quinientos años de opresión, deformación de su cultura y marginación”. Este importante representante del pensamiento y la filosofía afrocolombiana propone la etnoeducación desde el contexto específico de las comunidades afrocolombianas y afroamericanas como una herramienta para la liberación, el auto-encuentro; y sobre todo para una ruptura radical con la esclavización y el colonialismo mental de la persona afro, particularmente. Sin obviar que el proceso de la colonización ha afectado radicalmente todas las comunidades y/o pueblos que constituyen la nacionalidad colombiana.

Con la imposición de los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales desde la óptica europea, se dan procesos de resistencia de parte de las comunidades étnicas;  porque éstos de ninguna manera han considerado la cosmovisión de la comunidad afro y aborigen en un orden de horizontalidad, respeto, humanidad y como sujetos constitutivos del país.

Las comunidades afrocolombianas siguen de manera formal y real siendo vistos como no ciudadanos del país y menos como sujetos constitutivos. “Son como los llegados”, que tienen que incluirse en lo ya establecido. Entonces ¿será que el sistema educativo construye ciudadanía? ¿Cómo se sentiría un niño afro que crece siendo nombrado como el negrito de la clase, sin unos referentes positivos en textos y en los diferentes eventos que se dan en las instituciones? ¿Qué pensaría un niño cuando su historia es reducida a “negros esclavos traídos del África”? ¿Cuál es el orgullo? ¿Cómo asume esta persona la ciudadanía en un contexto educativo donde nunca aparecen sus ancestros en las enseñanzas de la historia nacional? ¿Qué tal su identidad? ¿su autoestima? ¿Es esta una manera de construir nación, general identidad nacional, ciudadanía? ¿No será esta una forma de perpetuar el racismo, la deshumanización y la esclavización?

 Es importante reconocer que desde lo formal se han dado algunos avances, sin embargo lo que se evidencia en la realidad es totalmente distinto. Se han establecido muchas leyes y decretos; sin embargo, el Estado sigue estableciendo modernas formas de dominación con las comunidades afrocolombianas y aborígenes, porque se plantea como algo de simple inclusión y no de construcción con, desde y para la comunidad. Hay una falta de compromiso político y económico del por parte del Estado para el fomento de la investigación, la creación del material didáctico, la implementación de la cátedra de estudios afros, le generación de programas a nivel de pregrado, maestrías, doctorados en estudios afros, las bibliotecas principalmente de la comunidad afro son obsoletas y están vacías de los textos con contenido afro.

Parece ser que el papel del estado es mantener en estatus quo de las poblaciones afros y perpetuar la ideología racista. Aquí podríamos decir que radica lo que se quiere asumir como un problema de la educación afrocolombiana, que no es más que un problema sistémico nacional porque “Cuando el grupo dominante no sólo es mayor y supuestamente más sabio, sino también de una clase social, grupo étnico, raza o sexo diferente al grupo dominado, entonces los objetivos pueden estar cumpliendo directamente un papel, hegemónico, en particular cuando se unen con medidas de responsabilidad como las pruebas… Los objetivos que contienen estereotipos raciales, étnicos, sociales o sexuales pueden ser hegemónicos en este sentido directo, al servir como medio para reforzar un orden social al servicio de los intereses de aquellos en el poder” (Posner citado por Garcés, 2009, pág. 5).

El avance en la praxis estructural de la inclusión es mínimo, lo que llamaría Santiago Arboleda “inclusión formal para la exclusión real”. Lo cual hace pensar que el problema no es de incluir a unas comunidades afrocolombianas en el sistema. Lo problemático es que no se ha construido un sistema educativo con, desde y para la comunidad afrocolombiana. Entonces, siempre y cuando se cree un sistema ajeno que no considera la cosmovisión propia de las comunidades, el proceso de educación se va a convertir en un agente dinamizador de la nuevas formas de esclavización, de aculturación, de despojo cultural, deshumanizante, racista y violento. Viene la pregunta ¿Cómo construir identidad nacional, convivencia, paz y lograr la interculturalidad?

“Se denomina etnoeducación al proceso integral de modificación de las estructuras cognitivas del hombre y mujer afrocolombianos, tendiente a la afirmación y conciencia de su ser  afrodescendiente, al igual que a la generación de condiciones de humanización de las relaciones interétnicas e interculturales entre todos los colombianos (as)”.

Eison Lizcano Panesso


Lo que propone la etnoeducación afrocolombiana es un proceso de desalineación, de humanización, identitario, intercultural, y docolonialista que forme desde el ámbito educativo un nuevo ser. Ese ser colombiano orgulloso de su ciudadanía, con identidad, pluralista, abierto a la diversidad, respetuoso, anticolonialista, antiesclavista, persona, pacífico, creativo, sensible y colombiano en su diversidad. Se asume entonces, la etnoeducación afrocolombiana como una agente de descolonización. “La descolonización es  simplemente la sustitución de una “especie” de hombres por otra “especie” de hombres…la descolonización se propone cambiar el orden del mundo…la descolonización no pasa jamás inadvertida puesto que afecta al ser, modifica fundamentalmente al ser, transforma a los espectadores aplastados por la falta de esencia en actores privilegiados, recogidos de manera casi grandiosa por la hoz de la historia. Introduce en el ser un ritmo propio, aportado por los nuevos hombres, un nuevo lenguaje, una nueva humanidad. La descolonización realmente es creación de hombres nuevos.” (Fanon, 2007, pág. 30- 31)

“Es muy diferente aprender la i de iglesia a la i de igualdad”, es muy diferente para una persona afrocolombianas aprender la c de caballo a la c de cimarrón, aprender la p de papa a la p de palenque, la e de enano a la e de equidad, etc. En la medida en que se desarrollo un proceso de educación que descolonice el pensamiento del estudiante, que potencie la conciencia critica, la creatividad, el pluralismo, la cultura propia y el pensamiento colectivo, se hará posible el sueño de edificar la nación colombiana.

La gran importancia de la etnoeducación radica en que esta es un modelo que no solo va a generar procesos identitarios y actitudinales en la población afrocolombiana solamente, sino que va a promover la búsqueda de la identidad en las demás personas que se encuentren en el contexto educativo. En otras palabras, el asumirse como afrocolombiano va a generar cuestionamientos entre los otros, ¿Quién soy yo? ¿Cómo definirme? Y probablemente esta persona va a avanzar en la búsqueda de sus raíces ancestrales.

Finalmente, dentro del proceso etnoeducativo afrocolombiano los educadores tienen que asumir otros dos grandes retos, muy importantes. Por un lado el tema de la mujer afro, que ha sido reducida en su role y que sufre un más de las discriminaciones que las demás mujeres pueden afrontar. La mujer afrocolombiana se enfrenta diariamente a la discriminación por ser mujer, por ser afro y por ser pobre. De igual manera, la comunidad LGTB afro. Son discriminados por ser afros, por tener preferencias sexuales diferentes a la mayoría y por ser pobres. Lo que para muchos es poseer los “los tres males” como se escucha en el lenguaje popular hasta de algunos docentes. Un reto de la inclusión real es el de orientar a las personas afrocolombianas en condición de desplazamiento forzado y que hoy se encuentran en la ciudad. ¿Cómo orientar procesos reparativos en términos sicológicos en esta población? No es despertar lástima es atender desde el humanismo, la racionalidad, la lógica y el contexto una realidad que sistemáticamente lleva a la marginalidad, empobrece, violenta la cultura y la siquis de la población afrocolombiana.

“esta es la apuesta de la Corporación Afrocolombiana para el Desarrollo Cultural y Social CARABANTÚ”.
Cultivando Identidad: Ser afro es una actitud”

CONCLUSIONES

El Estado colombiano debe comprometerse a la construcción de un sistema educativo basado en las diversas culturas propias de la nación colombiana y definir unas políticas claras para su efectiva aplicación en las instituciones educativas.

Se hace necesaria en el marco de las afroreparaciones la implementación de la Etnoeducación y la Cátedra De Estudios Afrocolombianos y asignar presupuesto económico justo para promover la investigación, fortalecer las bibliotecas, generar centros de estudios afros en todo el país y en especial en las comunidades afros.

El educador afrocolombiano tiene, independientemente de su área académica, el compromiso de promover la implementación de la cátedra y la etnoeducación en las instituciones educativas del país.

El educador colombiano tiene retos fundamental que afrontar en aras de formar y ratificar, en términos reales,  ese país maravillosamente pluriétnico y multicultural que sostiene la constitución política de Colombia de 1991.

1. Descolonizar y sanar nuestras mentes. Sacar de nuestra mente y el corazón el racismo, la xenofobia, la marginalización, entre otras barreras mentales creadas con la colonización europea.

2. Avanzar en la búsqueda y revisita objetiva de la historia universal y llevarla a contexto educativo.

3. Promover, desde nuestro quehacer pedagógico, un sistema que fortalezca y promueva la identidad, la pluralidad, la filosofía propia, la cultura propia, la interculturalidad, la convivencia pacífica, la identidad nacional y la paz.



REFERENCIAS

Almario García, Óscar; Arboleda Quiñones, Santiago; Arévalo Robles, Andrés Gabriel; Arocha Rodríguez, Jaime; Botero Arias, Waldor Federico; Camargo, Alejandro et al. (2007). Afro-reparaciones: memorias de la esclavitud y justicia reparativa para negros, afrocolombianos y raizales. Bogotá. Universidad Nacional de Colombia.
Bruner, Jerome, La Educación Puerta de la Cultura, 1997.
Cunín Elisabeth. Identidades a Flor de Piel. Lo “negro” entre apariencias y pertenencias: categorías raciales y mestizaje en Cartagena (Colombia), Bogotá, marzo. Afro editores e Impresores Ltda., 2003.
Fanon, Frantz. Los Condenados de la Tierra, Argentina, 2007.
Garcés Aragón,  Daniel .Desafíos Y Tensiones Sobre La Formación De Etnoeducadores Afrocolombianos. Ponencia Presentada En El Foro Etnicidad Y Desarrollo Integral En Buenaventura. Organizado Por La Universidad Del Pacífico. Panel: La Etnoeducación Y La Cultura En El Pacífico Colombiano. Buenaventura, 18-20 De Mayo De 2009.
Mejía, Marco Raúl. Award G, Myriam Inés. Educación Popular Hoy en Tiempos de Globalización, ediciones aurora, Colombia, 2003.
Mosquera Mosquera, Juan De Dios. La Población Afrocolombiana, Realidad, Derechos Y Organización,  Bogotá, Agosto 2007.
Zapata Olivella, Manuel. “El árbol brujo de la libertad”. 2002



[1] Quijano citado por Lao-montes define la colonialidad del poder como “un patrón de dominación”, un entramado de poder que reúne de manera compleja y desigual una multiplicidad de formas de dominación y explotación que se pueden resumir con base en tres ejes intersecados: el eje de explotación del trabajo por el capital, el eje de dominación etnoracial y cultural y el eje de dominación sexual y de género. (Almario, Arboleda, Arévalo, Arocha, Botero, Camargo,  et al. (2007, pag 133).
[2] El término filosofía griega, para empezar, es un nombre equivocado, pues la tal llamada filosofía griega no existió allí. Los egipcios antiguos habían desarrollado un complejo sistema religioso, llamado los misterios, que también fueron el primer sistema de salvación…después de casi cinco mil años de prohibir a los griegos el introducirse en el aprendizaje de este sistema, los egipcios, que eran afros en ese tiempo, les permitieron entrar en Egipto con el propósito de su educación. Primero, a través de la invasión pérsica y segundo a través de la invasión de Alejandro Magno, en el siglo sexto a.C. Por consiguiente al morir Aristóteles (322 a.C) los griegos hicieron lo mejor de esa oportunidad para aprender todo sobre la cultura egipcia. La mayoría de los estudiantes recibieron instrucciones directamente de los sacerdotes egipcios. Pero después de la invasión por Alejandro Magno, los templos y bibliotecas reales fueron saqueadas y robadas, y la escuela de Aristóteles convirtió la biblioteca en Alejandría en un centro de investigación. (G.M James., p. 1)

[3] Las afroreparaciones son un asunto con fondo históricoen el pasado, actualidad en el presente y pertinencia para el futuro. Es decir, las exigencias de afrorreparaciones están sustentadas en una política de memoria de la esclavitud, con sus consecuencias y con la relación que este pasado de opresión tiene con el presente de desigualdad y con posibles futuros de liberación.

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