Educación
Colombiana: Una Óptica Afrocolombiana
Yeison
Arcadio Meneses Copete
Resumen
El presente artículo aborda el tema de
la educación colombiana desde una óptica histórica-afrocolombiana y enfatiza en
la situación de la educación afrocolombiana en relación con su entorno y su
cultura. En primer lugar, se da una mirada al sistema educativo colombiano
desde el colonialismo, la colonialidad del poder[1],
capitalismo y el eurocentrismo con relación al tema de la diversidad etnico-cultural
y la educación. En segundo lugar, se presenta la situación del sistema
educativo colombiano y su incidencia en la educación afrocolombiana con relación a la cultura
propia y el etnodesarrollo. Finalmente, se propone la etnoeducación, la
etnoeducación afrocolombiana y la cátedra de estudios afrocolombianas como una
forma de descolonizar la mente, de construir desde, en, con y para la
diferencia de manera real para la construcción de la nación, maravillosamente
diversa, colombiana.
Educación
Colombiana: Una Óptica Afrocolombiana
Introducción
“quinientos
años después de que llego el genovés
América
latina sufre en su diario acontecer
Desde
palos de Moguer y aun no sana la herida
Cada
pueblo americano lucha por una salida.
Quinientos
años después, del arribo de Colon
América
en su confusión hoy vive en un laberinto
Perdimos
identidad hoy solo somos latinos
No
somos negros (africanos), ni blancos (Europeos)
ni tampoco somos indios
(aborígenes)”
Hansel Camacho: Canción 500
años después
El proceso histórico de la
colonización europea ha dado origen a lo que somos hoy. Sin duda alguna, es una
muestra más de cómo el presente es producto de un pasado; el cual para efectos
de la construcción de un mundo mejor, pensado desde la pluralidad del ser, es
totalmente necesario revisar. Es decir, la comunidad afrocolombiana no concibe
los procesos de construcción, reconstrucción o el nuevo pacto social colombiano
sin dar una mirada al pasado y sus impactos en el presente.
En todo evento donde se pretende
instaurar la relación dominante-dominado, se hace necesaria la elaboración de
un lenguaje y diferentes sistemas de
dominación. “el colono y el colonizado se
conocen desde hace tiempo. Y en realidad, tiene razón el colono cuando dice
conocerlos. Es el colono el que he hecho y sigue haciendo el colonizado”
(Fanon, 2007, pág., 31). Entonces, entendiendo el sistema educativo como pilar
de desarrollo y vital en la construcción de sociedad, este va a ser una de las
herramientas principales para crear una nueva persona. Esa persona que aceptara
la esclavización y otras formas de explotación como un “mandato divino”. El
sistema educativo se convierte en un medio para difundir las categorías
violentas, racistas, deshumanizantes, esclavistas, homogenizante y
expropiadoras de la cultura y la filosofía propia; pensadas desde la “civilización
europea”; porque aunque se da una “independencia”, el sistema que termina
imperando hasta nuestros días es el europeo.
El europeo en ejercicio de su
“supremacía blanca” impone su ideología, su sistema político, económico, social,
lingüístico y religioso, ignorando y reduciendo la cosmovisión aborigen y
afrocolombiana. Es la explicación del porque nuestro idioma oficial es el
castellano, la religión oficial es el catolicismo, somos un país “democrático”,
y un sistema educativo que se especializa en la visión europea.
Finalmente, la comunidad
afrocolombiana entiende que hay que generar mecanismos sistemáticos formales y
prácticos para la descolonización colombiana. Se hace necesario emprender y
establecer mecanismos que contribuyan al autoencuentro étnico-cultural y de
igual manera la convivencia interétnica. Se propone la etnoeducación
afrocolombiana y la cátedra de estudios afrocolombianos para la reducción de las
barreras mentales que no permiten la ratificación en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, de la diversidad etnico-cultural de Colombia.
EDUCACIÓN
COLOMBIANA: UNA ÓPTICA AFROCOLOMBIANA
Población
Afrocolombiana: Colonización, Capitalismo y Educación.
Para entender de buena manera el
sistema educativo colombiano con relación a las comunidades étnicas y en
especial la situación de la comunidad afrocolombiana, se hace sine qua non dar una mirada histórica al
tema de la colonización americana dada por los europeos y la imposición de nuevos sistemas en el
ámbito político, social y cultural; los cuales van a dar lugar al sistema que
impera en la actualidad.
Los efectos de la colonización en
relación a la identidad y la cultura de los pueblos aborígenes y afros
totalmente negativos. Pero no solo va a afectar a estas poblaciones; la
población criolla también va a sufrir de un trauma
a su identidad, en el sentido que por los efectos de subalternización va a
aceptar su condición inferior y aspirar ser igual al europeo. Esto explica
porque en la actualidad tenemos mestizos reclamado ser blancos, afros y
aborígenes reclamando ser mestizos o blancos. Porque el patrón establecido era
que entre menos melanina y menos de aborigen tuvieras más civilizado y aceptado
eras.
“en
el contexto histórico de la conquista y la colonización surgió un imaginario
racial de acuerdo con el cual se crearon nuevas categorías de identidad que
fueron de importancia vital para el nuevo patrón de poder moderno colonial. Se
crearon categorías globales como indio, que agrupo singularmente una gran
variedad…también se creó la noción negro, que conjugo una inmensa pluralidad de
identidades de origen africano…así se produjeron el discurso racial y la
cultura racista moderna, que articulan jerarquías de color ( o pigmentación) con valorizaciones
desiguales de cultura, civilización, religión, geografía e idioma”. (Almario,
Arboleda, Arévalo, Arocha, Botero, Camargo,
et al. (2007, Pág. 134).
Así como se imponen categorías de
identidad, el sistema colonizador-esclavista va a imponer todo un sistema
articulado para sostener su ideología como la dominante y para crear un nuevo
ser aborigen y afro; para lo cual era necesario violentar la cultura, desde la
concepción amplia, del que se iba a establecer como subalterno, esclavo,
inferior, pecador, incivilizado, tribal o dominado. El nuevo ser que aceptara
su condición dada por el colonizador y que sostuviera, sobre todo, la economía
colonialista. Entre tantas ideologías impuestas la concepción católica. Porque
para el europeo la concepción de la PACHAMAMA
no podía ser válida. ¿Y porqué tenía o tiene que ser válida la concepción
cristiana y no la de los ancestros? ¿Por qué el animismo no es la religión
oficial colombiana? ¿Por qué hoy se les dice a niños que los europeos trajeron
civilización a América? ¿Es que los mayas, los aztecas no eran civilizados?
¿Por qué se sostiene que Europa quien descubre a América? ¿Por qué la música y
la danza afro es folklore y la europea es arte, es cultura? ¿Por qué se
denominan a los afros y aborígenes como etnias y tribus?
El sistema educativo que se plantea
tenía que cumplir con unos lineamientos. Establecer en la mentalidad del
dominado la concepción europea y despojarlo de la propia hasta convertirles en
esclavos mentales y físicos al servicio del capitalismo del entonces para el
sostenimiento de su poder hegemónico. Lo que algunos llamarían cristianizar. En
un principio, este derecho fue negado a la persona africana. Simplemente no
podía acceder, porque entre otras cosas, no era considerado un sujeto y menos
de derecho. Es importante decir que este sistema no se acaba con la abolición
de la esclavización en 1852. En la actualidad, aunque hay un avance en lo
legal; las comunidades afrocolombianas siguen en una realidad muy similar a las
de la época de la esclavización. La realidad de las comunidades afros en el
ámbito educativo, las condiciones materiales e inmateriales tienen un origen
histórico que merece la reparación por parte del Estado.
El Estado colombiano aún mantiene a la
población afrocolombiana marginalizada y condenada a la ignorancia. Para el
caso de la costa pacífica, las condiciones son notoriamente inferiores y
desiguales con respecto a la demás población del país. Como diría Mosquera
(2007, pág, 46) “por indiferencia o concientemente, como política oficial en
todo el proceso del desarrollo histórico nacional, el Estado colombiano ha
mantenido a las comunidades afros en la oscuridad de la ignorancia”.
Según el informe de marzo de 2006, el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD y el Departamento
Nacional de Planeación –DNP-, presentaron al país el estudio titulado: “los
municipios colombianos hacia las metas de desarrollo del milenio”, donde las
situación de los municipios afrocolombianos en todo el país, en especial en las
regiones Atlantica y Pacífica fue calificada en los siguientes términos:
perdedora, dramática, grave.
En relación a lo educativo, “la
población afrocolombiana tiene la tasa más alta de analfabetismo del país
(18.6%). En el departamento del Chocó esta el municipio con la tasa de
analfabetismo más alta del país, El Medio Baudó, con 66%. La población
afrocolombiana tiene la menor tasa de asistencia de personas entre los 7 y 25
anos a centros educativos, promedio en el país, 52.4%. la región pacífica tiene
el nival más bajo de educación promedio del país, 3.9%”. (Mosquera, 2007. Pág.,
56) y frente a esto ¿que posición toma
el estado?
“Gran parte de la educación
afrocolombiana en las comunidades afrocolombianas sigue administrada y
controlada por la iglesia católica misionera, bajo la llamada “educación
contratada”, forma jurídica que adoptó desde 1975, el antiguo “convenio de
tierras misioneras” que regía desde 1886” . (Mosquera. 2007, Pág. 4)
El avance existente, se podría llamar
un avance lingüístico pero en la
realidad avanza el proceso de cristianización que se imponía a las personas
esclavizadas; ya que “el modelo educativo misionero tiene como ideal enseñar a
leer, escribir y contar rezando. La educación se concibió como medio auxiliar
de la evangelización…el modelo no ha sido liberador, estableció un sistema de
escuelas normales formadoras de maestros cuya misión ha sido educar personas
para ganarse el cielo y no personas para ganarse el pan de cada día, en
condiciones de ejercicio de sus derechos Humanos y de vida con dignidad e
identidad”. (Mosquera. Pág, 4). La concepción que se mantiene es que la persona
afro tiene que hacer un esfuerzo por alcanzar la gloria en el cielo, porque la
de la tierra es imposible. Es la gloria del mundo cristiano-católico. Por
supuesto que, bajo esta concepción es casi imposible desarrollar identidad étnica
en las personas afrocolombianas. Indudablemente, se mantiene la lógica de solo levantar la frente cuando
se le va a pedir algo a Dios. Se prepara al sujeto para la sumisión, la
esclavización y la negación de sí. Entonces, en relación a la pertinencia, la
educación que se imparte en las comunidades afrocolombianas es
descontextualizada y además no goza de instalaciones dignas para el desarrollo
de procesos de enseñanza y aprendizaje.
Este sistema de ninguna manera va ser
efectivo para las comunidades afros porque simplemente fue un hecho de
“inclusión”. Los incluimos, vengan a nuestras escuelas, colegios y
universidades, pero las condiciones fueron iguales porque no consideraron la
cosmogonía de las comunidades. Nos invitaron a la fiesta, pero no a gozar; nos
invitaron como cocineros y meseros. Por esta razón, “la educación en las
comunidades no corresponde a la exigencia de luchar contra el atraso histórico,
ni estimula y promueve el progreso económico, social, cultural y político
partiendo de las propias potencialidades y capacidades comunitarias. Es un
modelo al margen de la realidad, que impone pautas de comportamiento y valores
culturales y sociales considerados “civilizados” en oposición a los creados y
desarrollados por las comunidades en su batalla por sobrevivir, y que
secularmente han sido juzgados como “incivilizados” (Mosquera. 2007, pág. 48).
Afro-Reparación
en el Sistema Educativo
La historia comúnmente escuchada en
las escuelas, colegios y aún en universidades, relata que los Afrocolombianos o
Afroamericanos somos descendientes de “negros
esclavos traídos de África”. Esta es la gran mentira que se ha vendido por
décadas; desde una óptica racista, discriminatoria y reduccionista de la
persona Afro.
En primer lugar, en África no existía
ni existía el negro. Los africanos fueron esclavizados. Fueron sometidos al
trabajo forzado con cadenas, grilletes, azotes, látigos, mutilaciones,… y un
sinnúmero de actos que deberían avergonzar a los Europeos y cualquier persona
que guarde en su mente pensamientos racistas. Entonces una persona que tiene
que ser sometido a este tipo de actos ignominiosos no puede llamársele esclavo,
la palabra más adecuada es esclavizado,
porque fue un sometimiento, no una decisión propia.
Las personas que fueron trasladadas de
manera forzada a América eran expertos en la agricultura, la ganadería, la
minería, y muchos de ellos ocupaban cargos distinguidos al interior de sus
comunidades (reyes, reinas, sacerdotes, guerreros). Los europeos conocían la
sabiduría de la persona africana.
Si bien es necesario que el educador
aborde el tema de la esclavización en sus clases, es de gran importancia que lo
haga con la objetividad del caso y sin caer en el error de ridiculizar o
violentar al niño afrocolombiano que escucha su clase. Fácilmente, se puede
convertir esta clase en un agente promotor de racismo, estereotipos y
discriminación y afectar sicológicamente en gran manera al niño afro.
De igual manera, la historia del
afrocolombiano y afroamericano no inicia con la esclavización. El educador de
hoy y en especial lo del las áreas de sociales y humanidades deben asumir un
gran compromiso en la investigación frente a las comunidades africanas antes de
la colonización europea. El tema de la esclavización es tan importante el tema
de África precolonial. ¿Qué tanto se imparte sobre el África precolonial?
Es vital para el estudiante afro y el
no afro conocer la “cara” menos conocida de la comunidad afro. La historia de
las civilizaciones africanas donde se da origen a la humanidad, la
civilización, la filosofía[2],
al pensamiento y a la espiritualidad.
Las primeras civilizaciones humanas se
dieron en África. Imperios como el de Ghana, el antiguo KMT (Egipto), Etiopia,
hoy la más empobrecida, pero cuna de la filosofía, (sais, mizrain, kimit,
Egipto, etc.) Ta-merry, zimbabue (el sur radesia), kart (Cartago o nuevo
pueblo) Itiopi (cush o Etiopía, “Abisinia”, etc.), Merowe (meroe), puanit (punt áreas del Kenia, Somalia y
Tanzania de hoy), Monomotapa (la “unión del África del sur de hoy), Zairo o
Congo (Congo), Ghana, Melle (Mallí), Benin, Edoh, Et al (los Imperios Africanos
Mayores del Oeste).
Las comunidades afros vienes
reclamando en el sector educativo como parte de las afrorreparaciones[3],
la implementación de la etnoeducación y la cátedra de estudios
afrocolombianos, como una de las formas estructurales de ratificar el
país plurietnico y multicultural que es Colombia desde los niveles básico hasta
los superiores. Esto va a permitir desarrollar, en términos reales, la
identidad étnico-cultural, identidad nacional, la interculturalidad, la convivencia
pacífica, ciudadanía y paz.
Las universidades deben ser un
escenario más abierto a la diversidad etnocultural del país. El P.E.I, los
currículos, los programas, las políticas de extensión, bienestar universitario
y eventualidades deben dar cabida a afrocolombianidad. El estudiante afro
universitario debe encontrar garantías para ingresar, formarse étnica y
académicamente y graduarse para la trasformación positiva de las realidades de
su comunidad e interactuar en el contexto mundial con una conciencia clara de
sí.
La
Etnoeducación Afrocolombiana: Descolonización y Construcción de Nación
La etnoeducación como tal se considera
como un proceso social que permite interactuar los cambios y explorar en el
campo social y su entorno cultural, las habilidades, destrezas, saberes y
vivencias de los pueblos (indígenas, afrocolombianos, raizales, rom).
Desde lo formal y legal se presenta la
etnoeducación como educación para grupos étnicos aborígenes, afrocolombianos raizales y rom.
Sin embargo, esto plantea un problema estructural; de un lado no plantea la
etnoeducación y cu importancia para la sociedad colombiana, sino algo exclusivo
de las comunidades étnicas. De otro lado, ¿son solo estos los grupos étnicos? ¿Y
el resto de la población del país que es? ¿No son estas formas lingüísticas de
mantener la relación dominante-donimado? Estos son interrogantes que el sistema
educativo y los docentes tienen que plantearse en nuestro país.
Varios autores han
conceptualizado frente a la etnoeducación afrocolombiana. Los diferentes conceptos
van desde la visión planteada en el marco de nación, para toda la nacionalidad
colombiana hasta las conceptualizaciones pensadas para los propósitos específicos
en las comunidades étnicas. Indudablemente debe haber una diferenciación
curricular, metodológica y practica, entre la etnoeducación en un contexto de
las comunidades afros y en los contextos donde la comunidad afro resulta ser
una “minoría”. Se considera que los procesos en términos de estrategias y
objetivos educativos deben ser diferenciados por el desarrollo histórico y el
contexto medio ambiental y cultural de las comunidades afros.
En relación a la etnoeducación
afrocolombiana, presentamos un primer concepto desde una mirada desde el
contexto nacional. “La etnoeducación
afrocolombiana es el enaltecimiento y desarrollo de los valores históricos,
culturales, etnológicos, sociales y políticos; del extraordinario aporte de los
pueblos africanos y afrocolombiano en la construcción y desarrollo de la
nacionalidad y de todas las esferas de nuestra sociedad colombiana. La
incorporación de la afrocolombianidad en el sistema educativo debe ser y
asumirse como el reconocimiento, autoestima, y legitimación nacional del protagonismo,
identidad y creatividad de la persona y el pueblo afrocolombiano,
legitimándolos en la conciencia personal a través de los planes de estudio, la Cátedra Afrocolombiana ,
y las política curriculares, oficiales y privadas.” (Mosquera. Pág, 128-9)
El Estado colombiano a través del
sistema educativo han negado a la población afrocolombiana y colombiana en
general el derecho a conocer su ancestría africana y su legado histórico. El
sistema educativo que impera actualmente desconoce la responsabilidad, aunque
forzada en un principio, asumida por la población afro en la construcción de lo
que hoy es Colombia y América. Lo cual
lo convierte en un reproductor y promotor de conductas racistas, eurocéntricas
y sostener el imaginario reduccionista, negativo y equivocado de la comunidad
afro. Promueve en el estudiantado la ignorancia etno-cultural colombiana, bajo
autoestima, y racismo. Es decir, ata al estudiante al etnocentrismo europeo y
no lo libera para apreciar la diversidad de cosmovisiones que interactúan en
nuestro país. Como diría “Si las escuelas
enfatizan la aceptación y enseñan sobre la historia y las contribuciones de
todos los grupos étnicos, entonces las actitudes pueden cambiar” (Armstrong,
1991, p.170).
La etnoeducación afrocolombiana debe
llevar al sujeto a la autoafirmación o auto-reconocimiento. “es un paso
fundamental para el reconocimiento y el encuentro con el otro. Un otro que se identifica como diferente
pero que la propia autoafirmación permite respetar en su diferencia. La
autoafirmación es sin lugar a dudas la base del respeto”. (Mejía y Award. 2007,
Pág. 136)
Además
de lo anterior se concibe la etnoeducación y la etnoeducación afrocolombiana
como un proceso de descolonización mental para la construcción de ciudadanía e
identidad. Una herramienta que libera de las barreras mentales como lo son el
racismo, la marginalización, la segregación, la exclusión, la xenofobia, entre
otros que obstaculizan la relación horizontal, respetuosa, racional y lógica
con la diferencia etnocultural y que construye nación, esa nación dende la
diversidad etnocultural se concibe en lo formal y lo real como una fortaleza. De esta manera lo plantea el Movimiento
Social Afrocolombiano, como lo sustenta el Profesos Daniel Garcés (2009) “Desde la visión del marco político,
sociocultural, el movimiento social afrocolombiano considera que la
etnoeducación afrocolombiana es entendida como el proceso de socialización y
formación que direcciona el etnodesarrollo del pueblo afrocolombiano, con
fundamento en su cultura, reconociendo a la persona y a la colectividad como
sujeto de afirmación y cambio en interacciones con otras culturas. Concepción
asociada a la visión dinámica de la cultura y a su relación dialéctica interna
en su proceso de construcción” (Garcés, 2009, pág. 9).
Para Manuel Zapata Olivella
“La etnoeducación entendida en el contexto colombiano, en el contexto americano
etc, debe ser una educación para la emancipación cultural, social y política
del africano en contraste con quinientos años de opresión, deformación de su
cultura y marginación”. Este importante representante del pensamiento y la
filosofía afrocolombiana propone la etnoeducación desde el contexto específico
de las comunidades afrocolombianas y afroamericanas como una herramienta para
la liberación, el auto-encuentro; y sobre todo para una ruptura radical con la
esclavización y el colonialismo mental de la persona afro, particularmente. Sin
obviar que el proceso de la colonización ha afectado radicalmente todas las
comunidades y/o pueblos que constituyen la nacionalidad colombiana.
Con
la imposición de los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales
desde la óptica europea, se dan procesos de resistencia de parte de las
comunidades étnicas; porque éstos de
ninguna manera han considerado la cosmovisión de la comunidad afro y aborigen
en un orden de horizontalidad, respeto, humanidad y como sujetos constitutivos
del país.
Las
comunidades afrocolombianas siguen de manera formal y real siendo vistos como
no ciudadanos del país y menos como sujetos constitutivos. “Son como los
llegados”, que tienen que incluirse en lo ya establecido. Entonces ¿será que el
sistema educativo construye ciudadanía? ¿Cómo se sentiría un niño afro que
crece siendo nombrado como el negrito de la clase, sin unos referentes
positivos en textos y en los diferentes eventos que se dan en las
instituciones? ¿Qué pensaría un niño cuando su historia es reducida a “negros
esclavos traídos del África”? ¿Cuál es el orgullo? ¿Cómo asume esta persona la
ciudadanía en un contexto educativo donde nunca aparecen sus ancestros en las
enseñanzas de la historia nacional? ¿Qué tal su identidad? ¿su autoestima? ¿Es
esta una manera de construir nación, general identidad nacional, ciudadanía? ¿No
será esta una forma de perpetuar el racismo, la deshumanización y la
esclavización?
Es importante reconocer que desde lo formal se
han dado algunos avances, sin embargo lo que se evidencia en la realidad es
totalmente distinto. Se han establecido muchas leyes y decretos; sin embargo,
el Estado sigue estableciendo modernas formas de dominación con las comunidades
afrocolombianas y aborígenes, porque se plantea como algo de simple inclusión y
no de construcción con, desde y para la comunidad. Hay una falta de compromiso
político y económico del por parte del Estado para el fomento de la
investigación, la creación del material didáctico, la implementación de la
cátedra de estudios afros, le generación de programas a nivel de pregrado,
maestrías, doctorados en estudios afros, las bibliotecas principalmente de la
comunidad afro son obsoletas y están vacías de los textos con contenido afro.
Parece
ser que el papel del estado es mantener en estatus quo de las poblaciones afros
y perpetuar la ideología racista. Aquí podríamos decir que radica lo que se
quiere asumir como un problema de la educación afrocolombiana, que no es más
que un problema sistémico nacional porque “Cuando
el grupo dominante no sólo es mayor y supuestamente más sabio, sino también de
una clase social, grupo étnico, raza o sexo diferente al grupo dominado,
entonces los objetivos pueden estar cumpliendo directamente un papel,
hegemónico, en particular cuando se unen con medidas de responsabilidad como
las pruebas… Los objetivos que contienen estereotipos raciales, étnicos,
sociales o sexuales pueden ser hegemónicos en este sentido directo, al servir
como medio para reforzar un orden social al servicio de los intereses de
aquellos en el poder” (Posner citado por Garcés, 2009, pág. 5).
El
avance en la praxis estructural de la inclusión es mínimo, lo que llamaría
Santiago Arboleda “inclusión formal para la exclusión real”. Lo cual hace
pensar que el problema no es de incluir a unas comunidades afrocolombianas en
el sistema. Lo problemático es que no se ha construido un sistema educativo con,
desde y para la comunidad afrocolombiana. Entonces, siempre y cuando se cree un
sistema ajeno que no considera la cosmovisión propia de las comunidades, el
proceso de educación se va a convertir en un agente dinamizador de la nuevas
formas de esclavización, de aculturación, de despojo cultural, deshumanizante,
racista y violento. Viene la pregunta ¿Cómo construir identidad nacional,
convivencia, paz y lograr la interculturalidad?
“Se
denomina etnoeducación al proceso integral de modificación de las estructuras
cognitivas del hombre y mujer afrocolombianos, tendiente a la afirmación y
conciencia de su ser afrodescendiente,
al igual que a la generación de condiciones de humanización de las relaciones
interétnicas e interculturales entre todos los colombianos (as)”.
Eison Lizcano Panesso
Lo
que propone la etnoeducación afrocolombiana es un proceso de desalineación, de
humanización, identitario, intercultural, y docolonialista que forme desde el
ámbito educativo un nuevo ser. Ese ser colombiano orgulloso de su ciudadanía,
con identidad, pluralista, abierto a la diversidad, respetuoso,
anticolonialista, antiesclavista, persona, pacífico, creativo, sensible y
colombiano en su diversidad. Se asume entonces, la etnoeducación afrocolombiana
como una agente de descolonización. “La
descolonización es simplemente la
sustitución de una “especie” de hombres por otra “especie” de hombres…la
descolonización se propone cambiar el orden del mundo…la descolonización no
pasa jamás inadvertida puesto que afecta al ser, modifica fundamentalmente al
ser, transforma a los espectadores aplastados por la falta de esencia en
actores privilegiados, recogidos de manera casi grandiosa por la hoz de la
historia. Introduce en el ser un ritmo propio, aportado por los nuevos hombres,
un nuevo lenguaje, una nueva humanidad. La descolonización realmente es creación
de hombres nuevos.” (Fanon, 2007, pág. 30- 31)
“Es muy diferente aprender la i de
iglesia a la i de igualdad”, es muy diferente para una persona afrocolombianas
aprender la c de caballo a la c de cimarrón, aprender la p de papa a la p de
palenque, la e de enano a la e de equidad, etc. En la medida en que se
desarrollo un proceso de educación que descolonice el pensamiento del
estudiante, que potencie la conciencia critica, la creatividad, el pluralismo,
la cultura propia y el pensamiento colectivo, se hará posible el sueño de
edificar la nación colombiana.
La gran importancia de la
etnoeducación radica en que esta es un modelo que no solo va a generar procesos
identitarios y actitudinales en la población afrocolombiana solamente, sino que
va a promover la búsqueda de la identidad en las demás personas que se
encuentren en el contexto educativo. En otras palabras, el asumirse como
afrocolombiano va a generar cuestionamientos entre los otros, ¿Quién soy yo?
¿Cómo definirme? Y probablemente esta persona va a avanzar en la búsqueda de
sus raíces ancestrales.
Finalmente,
dentro del proceso etnoeducativo afrocolombiano los educadores tienen que
asumir otros dos grandes retos, muy importantes. Por un lado el tema de la
mujer afro, que ha sido reducida en su role y que sufre un más de las
discriminaciones que las demás mujeres pueden afrontar. La mujer afrocolombiana
se enfrenta diariamente a la discriminación por ser mujer, por ser afro y por
ser pobre. De igual manera, la comunidad LGTB afro. Son discriminados por ser
afros, por tener preferencias sexuales diferentes a la mayoría y por ser
pobres. Lo que para muchos es poseer los “los tres males” como se escucha en el
lenguaje popular hasta de algunos docentes. Un reto de la inclusión real es el
de orientar a las personas afrocolombianas en condición de desplazamiento
forzado y que hoy se encuentran en la ciudad. ¿Cómo orientar procesos
reparativos en términos sicológicos en esta población? No es despertar lástima
es atender desde el humanismo, la racionalidad, la lógica y el contexto una
realidad que sistemáticamente lleva a la marginalidad, empobrece, violenta la
cultura y la siquis de la población afrocolombiana.
“esta es la apuesta de la Corporación
Afrocolombiana para el Desarrollo Cultural y Social
CARABANTÚ”.
Cultivando Identidad: Ser afro es una actitud”
CONCLUSIONES
El
Estado colombiano debe comprometerse a la construcción de un sistema educativo
basado en las diversas culturas propias de la nación colombiana y definir unas
políticas claras para su efectiva aplicación en las instituciones educativas.
Se
hace necesaria en el marco de las afroreparaciones la implementación de la Etnoeducación y la Cátedra De Estudios Afrocolombianos y asignar
presupuesto económico justo para promover la investigación, fortalecer las
bibliotecas, generar centros de estudios afros en todo el país y en especial en
las comunidades afros.
El
educador afrocolombiano tiene, independientemente de su área académica, el
compromiso de promover la implementación de la cátedra y la etnoeducación en
las instituciones educativas del país.
El
educador colombiano tiene retos fundamental que afrontar en aras de formar y
ratificar, en términos reales, ese país
maravillosamente pluriétnico y multicultural que sostiene la constitución
política de Colombia de 1991.
1. Descolonizar y sanar nuestras
mentes. Sacar de nuestra mente y el corazón el racismo, la xenofobia, la
marginalización, entre otras barreras mentales creadas con la colonización
europea.
2. Avanzar en la búsqueda y revisita
objetiva de la historia universal y llevarla a contexto educativo.
3. Promover, desde nuestro quehacer
pedagógico, un sistema que fortalezca y promueva la identidad, la pluralidad,
la filosofía propia, la cultura propia, la interculturalidad, la convivencia
pacífica, la identidad nacional y la paz.
REFERENCIAS
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1997.
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Aragón, Daniel .Desafíos Y Tensiones Sobre La Formación De Etnoeducadores Afrocolombianos.
Ponencia Presentada En El Foro Etnicidad Y Desarrollo Integral En Buenaventura.
Organizado Por La
Universidad Del Pacífico. Panel: La Etnoeducación Y La Cultura En El Pacífico
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ediciones aurora, Colombia, 2003.
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Mosquera, Juan De Dios.
La Población
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Zapata Olivella, Manuel. “El
árbol brujo de la libertad”. 2002
[1] Quijano
citado por Lao-montes define la colonialidad
del poder como “un patrón de dominación”, un entramado de poder que reúne
de manera compleja y desigual una multiplicidad de formas de dominación y
explotación que se pueden resumir con base en tres ejes intersecados: el eje de
explotación del trabajo por el capital, el eje de dominación etnoracial y
cultural y el eje de dominación sexual y de género. (Almario, Arboleda,
Arévalo, Arocha, Botero, Camargo, et al.
(2007, pag 133).
[2] El
término filosofía griega, para empezar, es un nombre equivocado, pues la tal
llamada filosofía griega no existió allí. Los egipcios antiguos habían
desarrollado un complejo sistema religioso, llamado los misterios, que también
fueron el primer sistema de salvación…después de casi cinco mil años de
prohibir a los griegos el introducirse en el aprendizaje de este sistema, los
egipcios, que eran afros en ese tiempo, les permitieron entrar en Egipto con el
propósito de su educación. Primero, a través de la invasión pérsica y segundo a
través de la invasión de Alejandro Magno, en el siglo sexto a.C. Por
consiguiente al morir Aristóteles (322 a .C) los griegos hicieron lo mejor de esa
oportunidad para aprender todo sobre la cultura egipcia. La mayoría de los
estudiantes recibieron instrucciones directamente de los sacerdotes egipcios.
Pero después de la invasión por Alejandro Magno, los templos y bibliotecas
reales fueron saqueadas y robadas, y la escuela de Aristóteles convirtió la
biblioteca en Alejandría en un centro de investigación.
(G.M James., p. 1)
[3] Las afroreparaciones son un asunto con fondo históricoen el pasado,
actualidad en el presente y pertinencia para el futuro. Es decir, las
exigencias de afrorreparaciones están sustentadas en una política de memoria de
la esclavitud, con sus consecuencias y con la relación que este pasado de
opresión tiene con el presente de desigualdad y con posibles futuros de
liberación.
ok
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